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martes, 2 de marzo de 2010

LA MUSICOTERAPIA EN EDUCACION ESPECIAL


EDUCACIÓN MUSICAL ESPECIAL

En la “Educación Musical Especial” el profesor de música o terapeuta utiliza técnicas adaptatorias o compensatorias para facilitar o maximizar el aprendizaje musical de los alumnos deficientes en un encuadre escolar. Los objetivos curriculares específicos incluyen el aprendizaje de conceptos musicales generales y destrezas, y la participación con éxito en conjuntos-grupos musicales.
La “Educación Musical Especial” es apropiada para clases de música integradas en el sistema normal, donde los alumnos tienen necesidades especiales de enseñanza pero son capaces de participar con cierto éxito en la mayoría de las actividades curriculares. Sin embargo, también se puede utilizar en clases independientes con sus propios recursos, cuando las incapacidades de los alumnos no excluyen la posibilidad de adquirir conocimientos musicales y destrezas con una atención especial.
Como práctica especial de la “Educación Musical Especial” está en el límite entre la educación musical y la Musicoterapia. La razón principal por la que no se considera Musicoterapia “per se” es que sus objetivos están más dentro de la enseñanza que de la terapéutica. El aprendizaje musical es un fin más que un medio para un fin.
Hay que añadir que la relación que se forma entre los alumnos y el profesor no tiene un trasfondo terapéutico. De hecho, cualquier esfuerzo que haga el educador musical para encauzar las necesidades de los alumnos de una forma terapéutica se consideraría cómo un comportamiento de rol inapropiado.

MUSICOTERAPIA EN EDUCACIÓN ESPECIAL

En “Musicoterapia en Educación Especial”, el profesor o terapeuta utiliza la música para ayudar a los alumnos a adquirir un conocimiento no musical y destrezas que son esenciales para o parte de su educación. Aquí el aprendizaje musical es secundario a los objetivos de adaptación o académicos, y la música se hace importante precisamente porque está ligada a estos objetivos de algún modo.
La “Musicoterapia en Educación Especial” es apropiada para clases independientes o grupos de Musicoterapia que son homogéneos con necesidades educativas. También se puede utilizar en clases de integración, donde tanto los alumnos minusválidos se podrían beneficiar de manera educativa de las actividades musicales.
Esta práctica entra dentro de los límites de la Musicoterapia porque se dirige hacia problemas educativos que requieren una intervención terapéutica o necesidades que tienen implicaciones importantes para el desarrollo global del alumno. Aunque normalmente se lleva a cabo en grupos, los objetivos de la Musicoterapia en educación musical son casi siempre individualizados para acomodarse a las necesidades únicas de cada alumno. Puesto que esto requiere normalmente la compresión de problemas de naturaleza que tome los comportamientos de problemas de naturaleza personal que afecta al aprendizaje, el profesor es probable y normal que tome los comportamientos de rol de un terapeuta y puede desarrollarse una relación alumno-terapeuta.
MUSICOTERAPIA EN PERSONAS CON N.E.E.
Disminuidos auditivos: Estos niños van desde los sordos hasta los hipoacúsicos más o menos graves. Hay que adecuar la Musicoterapia a cada grado, pero incluso aquellos que son 100% sordos tienen posibilidades de reeducarse a través de la Musicoterapia. Para los demás las ciencias han hecho grandes adelantos sobre todo en los audífonos. Si el niño con déficit auditivo no es atendido en la edad escolar, tiende a replegarse en sí mismo y esto le puede ocasionar serios trastornos en la conducta, afectiva, nerviosa, social… Este niño no va a oír la música como los demás, ha de sentir unas vibraciones, unas sensaciones… esto es lo que va tener que aprovechar el musicoterapeuta. Existen otros sistemas de percepción que será el que nos ayude a suplir esta carencia. El sistema Rinestésico nos proporciona información sobre el cuerpo: este sistema es muy importante, ya que si los Disminuidos Auditivos pueden percibir vibraciones en la piel y en los huesos, este sistema será el que les ayude al establecimiento de la relación cuerpo-mente. Pero con el sentido táctil también se perciben los movimientos que han de reproducir, hacer o bailar, por lo que es muy importante las formas de expresión que usemos con ellos.


MÚSICA Y LENGUAJE:
Las relaciones entre la música y el ritmo fonatorio son fundamentales en la reeducación de los niños hipoacúsicos. Es necesario crear una relación entre el mundo exterior y su cerebro, para consolidar las percepciones y sensaciones del mundo exterior. En primer lugar, podrá llegar a través de la música a percibir por la vía auditiva, la fisiológica de la adquisición del habla. En segundo lugar, escuchar su propia voz `para hacer correcciones de su habla. Y por último, la música auxiliará de una manera muy especial el aprendizaje de la lectura labial y de su articulación.
La Musicoterapia ha de tener en cuenta que aplicada a niños hipoacúsicos es un tratamiento para mejorar la locución. La relación entre acentuación del habla y de la música le dará una conexión entre frase-esquema-prosódico-rítmico, que le permitirá tener un ritmo verbal adecuado. Cuanto antes comencemos la terapia, antes podremos potenciar, apoyar y rehabilitar un habla pobre.
CANTO
Es esencial para esta actividad saber el grado de deficiencia que tiene el niño, no es lo mismo un niño o grupo de niños sordos, que hipoacúsicos que un grupo de sordos, pero que alguna vez han oído. Por lo tanto, la Musicoterapia irá en función de esto.
Es posible que los niños lleguen a distinguir la altura, más aún si son sonidos muy graves y muy agudos, para empezar podemos hacerles explorar juguetes sonoros que estimulen su curiosidad y aunque no puedan distinguirlos claramente, que al menos sean capaces de darse cuenta que hay un mundo de sonidos a su alrededor e incluso que puedan disfrutarlo.
Apoyándose en la percepción táctil, con la mano en el piano, una guitarra al cuello… Debemos fortalecer la lengua, control salival, la respiración, el ritmo y la fuerza de ejecución. Es para esto muy importante comenzar con algún ejercicio de relajación de la cabeza.
RITMO Y MOVIMIENTO
El ritmo no lo podemos considerar desde una perspectiva atomizada, aislada e independiente, puesto que para el niño con deficiencias auditivas es un factor de vital importancia para la comprensión del mundo que le rodea. Los niños sordos son capaces de desarrollar actividades rítmicas en grupos de niños normales. La utilización del ritmo en el movimiento, da lugar a una mejor coordinación motora y corporal, una aptitud y desenvoltura del equilibrio y control postural, así como una rehabilitación de la organización motriz. La adaptación del niño al ritmo a través del movimiento, le va a liberar de uno de los defectos habituales en estos deficientes.
DANZA CON SORDOS
La danza es movimiento y en el movimiento el niño sordo puede exteriorizarse, sentir su cuerpo, salir de su soledad interior y comunicarse con el otro, con el grupo, liberando de esta manera sus angustias. No en vano la danza es expresión de vida y la podemos considerar como un juego, un grito, una súplica, un sentimiento.
LOS INSTRUMENTOS
Lo mismo que el hombre primitivo utilizó como primer instrumento de percusión su cuerpo, así en Educación Especial, y concretamente con los sordos. La expresión y vivencia musical por lo tanto, debe inspirarse en los orígenes de la música. Una vez que el niño o grupo de niños han vivenciado cómo las vibraciones de los pasos, golpes, etc. Se perciben a través del piso y del aire, pasaremos a utilizar los instrumentos musicales. También podrá percibir el sonido y la vibración tocando la superficie vibratoria con las manos o cualquier otra parte del cuerpo, incluso podríamos amplificar la vibración y el sonido utilizando globos.

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